Hace poco estuvimos en Teruel, visitando Dinópolis con los niños. Fue el típico fin de semana otoñal, con frío, lluvia y viento, así que aproveché para hacer una pequeña acuarela en mi cuaderno de uno de esos bonitos atardeceres. La casa rural donde nos quedamos era muy, pero que muy acogedora, y nos invitaba a no salir a la calle. Los niños se lo pasaron fenomenal, aunque no hiciésemos muchas excursiones, y nosotros recargamos pilas.
2 comentarios:
como siempre eduardo genial, me encanta es como estar en la naturaleza dando un paseo relajandose despues de una dura semana.
enhorabuna
saludos susana valdés
Pues sí, la verdad es que estas escapadas ayudan bastante a desconectar del bullicio y caos de la ciudad. Gracias por el comentario Susana.
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